Nuestra parroquia

La parroquia de San Francisco de Ciutadella tiene su origen en el convento de frailes menores o franciscanos fundado por Alfonso III de Aragón justo después de la conquista de Menorca. En efecto, el 1 de marzo de 1287, cuando el monarca aún se encontraba en la isla, concedía a los guardianes de los franciscanos o frailes menores de Barcelona y de la Ciudad de Mallorca algunas tierras en Ciutadella con la condición de que construyeran un convento y que algunos frailes pasasen a residir en el. Estas tierras consistían en el huerto que había sido del rais Abu Umar y algunas casas. La llegada de los primeros frailes debió ser casi inmediata, el año 1290 el guardián del convento era fray Berenguer de Lledó.

No sabemos nada de este primer convento franciscano, si bien nos ha quedado una lápida sepulcral (actualmente en el Museo Diocesano) de Guillem Pere de Vilafreser, lugarteniente del tesorero real, que había sido sepultado en San Francisco en julio de 1294.

Desde el primer momento el convento de San Francisco tuvo importancia en la vida religiosa y social de Ciutadella. Así, en 1301 se tuvo lugar una importante sesión de la Universidad de Menorca con los procuradores de Jaime II de Mallorca, en la que se acordaron los términos de la reestructuración del régimen de las propiedades inmuebles. Durante el siglo XIV también se celebraba, en la víspera de Navidad, la renovación de los cargos de la Universidad. En cuanto a la adscripción del convento de Ciutadella dentro de la orden franciscana, pasó de la rama de los claustrales a la de los observantes. El tronco común de la orden de frailes menores, fundado por el pobrecillo de Asís 1209, que tenía la hermana Pobreza por referente, se había dividido en varias ramas. El convento de Ciutadella perteneció al grupo de los claustrales hasta 1504, cuando inició la reforma para pasar al de los observantes, es decir, que seguían más de cerca la regla de San Francisco, sobre todo en cuanto al desprendimiento de los bienes materiales, en contraposición a los conventuales, más laxas.

La configuración exacta del convento medieval nos es desconocida. Sabemos que la iglesia era de una nave dividida en cuatro tramos y ábside y ocupaba parte del espacio del templo actual. Al lado, por el lado de poniente, estaba el edificio del convento. Un huerto de notable extensión ocupaba lo que hoy son las calles Nueve de Julio y Joan Benejam, hasta la plaza de los Pinos, no había la muralla de la ciudad. Este convento quedó muy dañado en el asalto otomano de Ciutadella (julio de 1558), por lo que se consideró la necesidad de reedificar tanto la iglesia como el convento. Las obras de la iglesia empezaron en diciembre de 1569 y fueron terminadas tres años más tarde. Sin embargo, pronto (1581) se decidió ampliar el templo. En esta ocasión, las obras se prolongaron hasta el año 1607. La iglesia, de nave única, cubierta con bóveda de crucería y capillas laterales entre contrafuertes, se inspiraba con los patrones del gótico, si bien siempre dentro de una gran sencillez y austeridad ornamental.

Durante el siglo XVII se construyó el convento, a la vez que se hacían algunas reformas y añadidos a la iglesia, como el corazón (1613), el portal lateral que da a la calle de la Purísima y el mayor que se abría en el Born (1681-84). De estos portales barrocos, obra de maestro Pere Amorós, sólo se conserva el primero, ya que el portal mayor fue sustituido al inicio del siglo XIX por el neoclásico que se puede ver en la actualidad.

 

En esta misma reforma se decidió alargar la iglesia, por lo que desapareció el ábside original, sustituido por el crucero cubierto con cúpula y un nuevo ábside (1808). Más tarde (1831), se construyó el deambulatorio de atrás del altar.

La reforma de los primeros años del siglo XIX rompió la armonía de la nave del templo. El resultado fue una iglesia desproporcionada, excesivamente larga en relación con la anchura. Durante los siglos XVII, XVIII y los primeros años del XIX el convento de San Francisco continuaba ejerciendo una importante función social y cultural (escuela de gramática y de teología, farmacia, etc.) y era el lugar preferido por ciudadelanos a la hora de elegir sepultura, tanto dentro del templo como en el claustro. En el año 1835, sin embargo, aplicando el decreto de desamortización eclesiástica, el convento fue extinguido y sus bienes pasaron a ser propiedad del Estado.

La iglesia continuó abierta al culto y en 1877 fue erigida en parroquia, mientras que el convento tuvo diferentes usos hasta que se construyó la casa Cabrisses, de estilo colonial, sustituida posteriormente por el edificio de Correos. El huerto, en cambio, fue urbanizado a partir de 1865.

Durante julio de 1936, en los primeros días de la Guerra Civil, la iglesia fue saqueada y clausurada, por lo que se perdieron las imágenes y retablos y el órgano, obra del organero suizo Johann Kyburz (1813). Justo acabada, y mientras la catedral estaba en obras, acogió el culto catedralicio volviendo a partir de 1941 a desarrollar sólo las funciones de iglesia parroquial.

Miguel Ángel Casasnovas

Dirección: Plaça des Born, 8 – C.P. 07760 – Ciutadella de Menorca

Teléfono: 971381291 – Mail: psantfrancesc@gmail.com

Rector: Mn. Gerard Villalonga Hellín Vicario: Mn. Jaume Ametller Pons

GPS: 40°00’01.8″N 3°50’13.3″E